¿Cómo es un mundo en el que se paga con datos y no con dinero?
Durante las últimas dos décadas, muchos servicios, incluidas plataformas de contenido, redes sociales y motores de búsqueda, permitieron a los consumidores intercambiar su información personal (ya sea voluntaria o inconscientemente) para acceder a los servicios.
Estos datos alimentan las plataformas publicitarias y se manifiestan en resultados de búsqueda, anuncios en redes sociales y más.
Sin embargo, a medida que avanzamos (a pesar de la perdurable cookie de terceros) hacia un mundo en el que la privacidad es lo primero, los consumidores comenzarán a sentir el impacto de elegir la privacidad en lugar de la personalización.
La ilusión de los servicios gratuitos
Las marcas, intencionalmente o no, crearon la suposición de que ciertos servicios y contenidos son gratuitos. Sin embargo, esto es simplemente falso.
Lo que podría parecer gratuito en realidad se paga con moneda no monetaria. En la era de la privacidad, las personas que opten por retener su información o no dar su consentimiento para compartir datos recibirán experiencias menos personalizadas y límites de contenido.
Las marcas que no comunican la necesidad de consentimiento a sus clientes pueden enfrentar reacciones negativas por una menor calidad. Por otro lado, las marcas que no son transparentes en la recopilación de datos corren el riesgo de recibir multas y un sentimiento de marca negativo.
Vamos a sumergirnos en:
- Servicios básicos que la gente espera de forma gratuita.
- Alternativas pagas emergentes.
- Tasas de adopción.
Si bien no hay una respuesta clara para todos, es de esperar que esto proporcione un marco para encontrar la mejor respuesta para usted y sus consumidores.
Servicios en línea: las compensaciones
Nos centraremos en los servicios en línea, evitando ejemplos del mundo real donde el acceso a beneficios pueda implicar el intercambio de datos.
Servicio 1: búsqueda en la web
“Buscar en Google” algo es sinónimo de encontrar información en línea. La principal fuente de ingresos de Google es su plataforma publicitaria, que depende en gran medida de los datos de los usuarios.
Google recopila grandes cantidades de datos de búsquedas de usuarios, perfiles, hábitos de YouTube, transacciones de Google Wallet y contenido de correo electrónico.
Aunque Google afirma no compartir ni asociar estos datos con personas, es innegable que tienen acceso a ellos.
Hasta hace poco, los usuarios no tenían otra opción que compartir su información mientras realizaban búsquedas en línea. Las cookies y direcciones IP de terceros transmitieron esta información, alimentando el ecosistema publicitario.
Con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA) y otras regulaciones, la viabilidad de tomar esta información sin consentimiento se ha convertido en un tabú.
Google ahora enfrenta un desafío: sus usuarios están acostumbrados a servicios gratuitos, pero sin datos para impulsar los anuncios, se necesitan métodos de pago alternativos.
Google ofrece servicios pagos como mayor almacenamiento para Gmail y Google Photos y suscripciones a YouTube sin publicidad. Sin embargo, las páginas de resultados de búsqueda todavía contienen anuncios y necesitan monetización de las búsquedas.
Desde la perspectiva del consumidor, compartir datos con Google mejora la experiencia del usuario.
Un perfil con décadas de datos produce resultados muy relevantes con menos anuncios. Por el contrario, las búsquedas en perfiles secundarios o de incógnito pueden generar más anuncios o resultados menos relevantes debido a la limitación de datos.
En el ejemplo anterior, los resultados parecen ir en contra de la búsqueda. [building a computer for under $3000].
Sin embargo, como he iniciado sesión en mi perfil, Google puede ver cómo son mis patrones de compra y consumo de contenido.
No soy el tipo de persona que va a construir una computadora. Al final, compré una gran computadora prefabricada por $1,500 que resultó ser uno de los anuncios que me mostraron.
Los consumidores deben decidir entre una mejor experiencia al compartir datos o una experiencia más privada y potencialmente menos eficiente. Probar búsquedas en modo incógnito versus un perfil conectado puede resaltar las diferencias.
Servicio 2: Redes Sociales
Las redes sociales personifican el comercio de datos por servicios. Los usuarios comparten información personal con plataformas como Meta, Instagram, TikTok, Pinterest y Snap para conectarse con amigos y familiares.
Sin embargo, estos datos también alimentan las reglas de licitación y orientación de las plataformas publicitarias.
Considere qué información está dispuesto a compartir. Por ejemplo, como amante de los perros, veo numerosos anuncios relacionados con perros y causas benéficas en mi feed.
De manera similar, las búsquedas sobre el aumento de peso dan como resultado anuncios de suplementos y bebidas no alcohólicas.
Esto muestra que tanto el comportamiento en la plataforma como las señales externas influyen en la orientación de los anuncios. El peligro de esto es que es difícil «arreglar» los algoritmos sin compartir directamente esta información.
Si no está dispuesto a compartir qué contenido desea ver más o menos, corre el riesgo de obtener información únicamente de ciertos productores de contenido. Además, los anuncios estarán muy centrados en lo que parece ser importante en su feed.
Las redes sociales monetizan principalmente a través de anuncios, lo que hace que una experiencia sin publicidad no sea práctica para la mayoría. Plataformas exclusivas como Clubhouse o servicios pagos como Nitro de Discord ofrecen alternativas.
Discord, por ejemplo, permite admitir servidores sin obligar a los usuarios a compartir información personal, en contraste con la personalización de plataformas como Facebook y LinkedIn.
Alternativas pagas y su adopción
A medida que los consumidores se vuelven más conscientes de la privacidad, están surgiendo servicios de pago alternativos. Examinemos algunas de estas alternativas y sus tasas de adopción.
Motores de búsqueda basados en suscripción
Los motores de búsqueda como DuckDuckGo y Perplexity ofrecen alternativas a Google centradas en la privacidad. DuckDuckGo, por ejemplo, no rastrea los datos de los usuarios y se basa en enlaces de afiliados y anuncios basados en términos de búsqueda en lugar de perfiles de usuarios.
Perplexity, por otro lado, ofrece un modelo de suscripción sin publicidad, que brinda una experiencia de búsqueda mejorada sin comprometer la privacidad.
Si bien estas alternativas están ganando popularidad, todavía representan una pequeña fracción del mercado en comparación con Google. Los consumidores preocupados por la privacidad están dispuestos a pagar por una mejor experiencia, pero la adopción generalizada sigue siendo limitada debido a la conveniencia y familiaridad de Google.
Redes Sociales Premium
Redes sociales exclusivas como Clubhouse y Discord Nitro ofrecen experiencias sin publicidad y funciones adicionales por una tarifa. Clubhouse, una red social basada en audio, inicialmente ganó fuerza a través de su modelo de solo invitación, creando una sensación de exclusividad.
Discord Nitro ofrece funciones mejoradas, como transmisión de mayor calidad y mayores límites de carga de archivos.
Estos servicios premium están dirigidos a audiencias específicas que valoran la privacidad y el contenido exclusivo. Sin embargo, enfrentan desafíos para lograr una adopción generalizada debido al dominio de plataformas gratuitas como Facebook e Instagram.
Equilibrio entre privacidad y accesibilidad
A medida que los consumidores navegan por el panorama digital, se enfrentan a una elección fundamental: compartir datos personales para obtener servicios gratuitos o pagar por privacidad y calidad.
Esta decisión impacta no solo su experiencia en línea sino también la economía más amplia de los servicios digitales.
La perspectiva del consumidor
Desde el punto de vista del consumidor, la elección entre datos y dinero depende de valores y prioridades personales. Algunos usuarios priorizan la privacidad y están dispuestos a pagar por experiencias sin publicidad. Otros valoran la comodidad y se sienten cómodos compartiendo datos para tener acceso gratuito a los servicios.
Por ejemplo, las personas centradas en la privacidad pueden optar por motores de búsqueda basados en suscripción y redes sociales premium.
Están dispuestos a invertir en una mejor experiencia, incluso si eso significa pagar una tarifa mensual o anual. Por otro lado, los usuarios que priorizan el ahorro de costos pueden continuar usando servicios gratuitos, aceptando el compromiso de anuncios dirigidos y recopilación de datos.
La perspectiva empresarial
Las empresas deben adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores y al panorama regulatorio. Necesitan equilibrar las estrategias de monetización, ofreciendo tanto servicios gratuitos con publicidad como alternativas premium sin datos.
Este enfoque dual les permite satisfacer las diversas necesidades de los consumidores manteniendo al mismo tiempo los flujos de ingresos.
Por ejemplo, Google continúa ofreciendo servicios de búsqueda gratuitos respaldados por anuncios, pero también ofrece opciones premium como YouTube Premium y Google One.
De manera similar, las redes sociales como Facebook e Instagram dependen de los anuncios para obtener ingresos, pero exploran nuevos modelos de monetización para abordar las preocupaciones sobre la privacidad.
El futuro de los pagos digitales
El futuro de los pagos digitales probablemente implicará una combinación de datos y dinero, en la que los consumidores tendrán más control sobre su información.
A medida que la tecnología evolucione, surgirán nuevos modelos de pago y tecnologías que mejoren la privacidad, lo que dará forma a la economía digital.
Tendencias emergentes
- Microtransacciones: Las microtransacciones y los modelos de pago por uso podrían permitir a los usuarios pagar por servicios o contenidos específicos sin comprometerse con suscripciones a largo plazo. Este enfoque permite una mayor flexibilidad y experiencias personalizadas.
- Propiedad de los datos: Los consumidores pueden obtener más control sobre sus datos a través de plataformas de monetización y propiedad de datos. Estas plataformas podrían permitir a los usuarios decidir cómo se utilizan sus datos y obtener recompensas por compartirlos con partes de confianza.
- statu quo mejorado: Si bien esto no es ideal, los consumidores y creadores de contenido pueden decidir que simplemente no quieren alejarse del modelo actual, y si suficientes consumidores están dispuestos a compartir sus datos, se seguirán utilizando contenidos y servicios “gratuitos”. anuncios para monetización.
Conclusiones finales
Como consumidores, debemos decidir si compartimos nuestra información para una mejor experiencia o pagamos por la privacidad a través de posibles fallas de calidad o desembolsos.
Como empresas, determinar cómo cobrar por los servicios y valorar los datos de los clientes es fundamental.
Al adoptar nuevos modelos de pago y tecnologías que mejoren la privacidad, podemos crear una economía digital más equilibrada y equitativa.
Este cambio permitirá a los consumidores tomar decisiones informadas y permitirá a las empresas innovar y prosperar en un panorama en constante evolución.
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